Caída de la moneda europea

La moneda europea encadena cuatro caídas consecutivas debido a la búsqueda del dólar como valor refugio. Ayer, al igual que el viernes, el euro se negociaba a 1,26 dólares haciéndolo devaluar un 0,3 por ciento, siendo el precio más bajo desde el 12 de julio. La incertidumbre que se apodera de los mercados de toda la región se ha expandido también a la negociación de las divisas.

Lejos parecen haber quedado los buenos aires de enero cuando la moneda de Europa llegó a alcanzar los 1,45 dólares, en junio la divisa llegaba a los 1,19 de la moneda estadounidense siendo afectada por la mala situación macroeconómica del Viejo Continente. El euro llegaba a la cota de los dólares por el mensaje de confianza que transmitió poco después la publicación de los test de estrés de la banca, y la progresiva mejora de las subastas de deuda pública europea.

Como venimos marcando en las últimas semanas el principal beneficiado ha sido el dólar, en detrimento del euro. En el transcurso del año la moneda de la comunidad europea ha perdido casi un 12 por ciento. No obstante algunos analistas aseguran que la divisa europea volverá a subir a corto plazo ya que ahora los aires de pesimismo sobrevuelan el norte de América. Las malas previsiones económicas de Estados Unidos, en especial las publicadas por la Fed, han devuelto cierto nerviosismo a los mercados y los inversores han acudido a los tradicionales valores refugio.

Por otro lado no nos podemos olvidar del yen que en estos días está jugando un papel fundamental en los mercados. Hoy se apreció a su máximo nivel en nueve años frente al euro y en quince años frente al dólar, lo que hundió al Nikkei por debajo de los 9.000 puntos y recrudeció las peticiones para que se tomen medidas excepcionales en Japón.

La apreciación de moneda nipona alzó las voces a favor de una actitud más activa del Banco de Japón (BOJ) e incluso de una intervención del Gobierno para que el mercado de divisas deje de lastrar la frágil recuperación de Japón, que de abril a junio creció solo un 0,4% y quedó relegado a tercera economía mundial.

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