Según anunció el Banco de Japón, como estrategia por reforzar su polÃtica monetaria llevarÃa a cabo una nueva inyección de liquidez en su sistema financiera en defensa del tipo de cambio de su divisa, el yen.
De acuerdo con las fuentes oficiales, esta polÃtica deviene de la lucha contra la deflación, la parálisis de la actividad, y un soterrado auxilio de la divisa, la cual se aprecia contra el dólar incrementando de esta forma las posibilidades de una economÃa manufacturera y netamente exportadora.
Esta nueva inyección de liquidez seria de más de 77.000 millones de euros, lo cual podrÃa interpretarse como una maniobra mas asociada a la expansión cuantitativa.
Por su parte, la reiterada apreciación del yen habÃa desatado crÃticas del Gobierno y de los industriales, pues consideran que únicamente el yen, y también el euro, están absorbiendo la depreciación del dólar, mientras que divisas con creciente peso en el comercio mundial, sobre todo el yuan chino, mantienen una discreta posición competitiva.
Pese a esto, claro esta que la economÃa mundial no está en condiciones de someterse al mercado para ajustar los precios de las divisas, porque la crisis financiera no está resuelta. Pero carece de toda lógica de equilibrio que China maniate su divisa por decreto si pretende jugar a una economÃa comercial libre, mientras carga sobre monedas de economÃas maduras e igualmente dependiente de sus exportaciones la depreciación del dólar.
En concreto, parecerÃa que es el momento de buscar un mecanismo de intervención consensuado que reparta los sacrificios y evite una segunda vuelta a la crisis financiera, antes de que las desviaciones de yen y euro sean irreversibles.