La región posee dos grandes segmentos, el primero está integrado por los paÃses más fuertes económicamente, Alemania, Francia y Reino Unido, los cuales tendrán un crecimiento de entre un 2.4 % y un 2,7 %.
El segundo segmento, está conformado por Irlanda, Bélgica, Grecia, Irlanda, Portugal y España. Varios de estos paÃses, se encuentran en el top 10 de los paÃses (según el BM) más factibles de dejar de pagar sus deudas (como está ocurriendo con Grecia), lo cual eleva el riesgo y desalienta a los posibles inversores.
Esta incertidumbre en los inversores es concreta, ya que la tasa de desempleo en España se acerca al doble de la media europea.
El doble desafÃo que tendrá la economÃa europea, será el de mantener a flote las economÃas de cualquiera de los paÃses del segundo segmento, y realizar un control de flujo de capitales de estos mismos paÃses a otros en vÃas de desarrollo. En estos últimos, el interés es mucho mas atractivo para el inversor, por lo que se debe evitar la fuga de divisas.