Después de la publicación del PIB, resultado muy por debajo de estimaciones de los analistas (sin contar la revisión a la baja fuerte de los datos correspondientes al primer trimestre del año), se han cumplido las expectativas del mercado.
Las bolsas europeas y Wall Street, que abrió sus puertas un poco más de una hora, se mantienen en terreno negativo: el Dow Jones pierde un 0,8%, mientras que en Europa son fuertes caÃdas en la Bolsa de ParÃs (-1, 9%) y Milán (-1,5%), pero también se mueve hacia abajo en Frankfurt el Dax con un descenso de alrededor del 1%.
Lo que vemos son datos económicos muy negativos y desalentadores para la continuación de la crisis de la deuda soberana. En particular, se está a la espera de una resolución en Washington sobre las posiciones de los republicanos y los demócratas que aún deben llegar a un acuerdo el 2 de agosto para salvar a los EE.UU., debido al impago sensacional.
La moneda dólar de los EE.UU. se vende con fuerza por los inversores, que prefieren los refugios más clásicos, como el oro, la plata, el franco suizo y el yen.
Acaban de actualizar los máximos de oro a US $ 1.632.5 por onza, mientras que no se detiene el franco suizo, que alcanzó un nuevo récord en la historia contra el dólar, el euro y la libra.
El vuelo de los inversores de las monedas de las economÃas más importantes del mundo muestra una imagen de pesimismo de cara al futuro, que pronto podrÃa encontrar un punto de inflexión peligroso si no hay ningún acuerdo para salvar a los EE.UU. del default.
Además, siempre se debe tener en cuenta que la incertidumbre es terreno fértil para el trabajo de las agencias de calificación, dispuestos una vez más a rechazar los estados poco virtuosos (España, Italia y los Estados Unidos parecen tener las siguientes “vÃctimasâ€).
Estamos en un tiempo caliente que en algunos aspectos recuerda a la de 2007, cuando la crisis estalló, la mismo que más tarde darÃa lugar al colapso de los mercados financieros y el colapso de Lehman Brothers.