En Alemania se invierte en oro más que en ningún otro lugar del mundo, lo que obviamente apunta a la enorme desconfianza que genera el euro.
El temor a una recesión en la economÃa mundial y a una escalada de la crisis crediticia empuja a los alemanes a refugiarse en el metal.
Según recientes estadÃsticas se desprende que los inversores de ese paÃs compraron entre abril y junio 44,4 toneladas, lo que representa unos 1.300 millones de euros.
La India, con una población mucho más grande que Alemania, se coloca con un volumen de inversión de 41,5 toneladas, en segundo lugar, y China con 37,7 toneladas en el tercero.
Muchos expertos opinan que el precio continuará en aumento en los próximos años a pesar de las fluctuaciones a corto plazo que se puedan producir en su demanda.
Otros analistas piensan que debido al protagonismo que ha alcanzado y su revalorización prácticamente continua que el metal dorado entre en una posible burbuja.
Sin embargo hay quienes hacen hincapié en las importantes compras que están realizando algunos bancos centrales y en la caÃda de la producción mundial por el agotamiento de las minas y las crecientes dificultades de explotación, lo que reduce la oferta y apoya una escalada de precios a la que por ahora no ven final.