Psicología y matemáticas en Forex, más allá de las apuestas en el casino

La obsesión por el control es una característica excepcional en el mundo animal. Los humanos desarrollamos sistemas más o menos complejos para dirigir todas y cada una de las facetas de nuestras vidas, o eso intentamos. La ilusión de estar al mando nos tranquiliza, y cuando se trata de manejar nuestro dinero, mucho más. ¿Será por eso que a los traders profesionales les molesta tanto que se compare el Forex trading con los casinos?

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En parte, sí; pero lo que de verdad irrita es que equiparar el juego con el trading es lo mismo que decir: ¡oiga, usted no controla la situación, todo es producto del azar! Ciertamente, hay factores que no se pueden asumir en las apuestas de un casino, tanto o más que en el trading. Evidentemente, existen sutiles diferencias. La primera es que, en los juegos de azar, a ese factor incontrolable lo llamamos ‘suerte’. En Forex, lo llamamos ‘manos fuertes’.

Obviando los eufemismos, la realidad es que hay un grado de incertidumbre imposible de calcular con exactitud. Y su peso es de tal magnitud que puede destrozar cualquier estrategia de trading, por muy elaborada que sea. No se puede predecir el movimiento del mercado, igual que no se puede adivinar en qué número de la ruleta caerá la bolita. Eso sí, en lo que a toma de decisiones se refiere, Forex nos ofrece una ilusión de control mucho más atractiva.

Forex, una cuestión de psicología

Hay muchas decisiones que tomar cuando se trata de invertir en divisas, muchas más que poner un montón de fichas sobre un número o un color. El problema es que la mayoría de traders novatos se centran en construir sistemas extremadamente elaborados, pensando que las decisiones importantes son las que tienen que ver con la aplicación de indicadores. Está claro que el análisis técnico es importante, pero no es el control de la gráfica lo que debería preocupar a un buen trader.

El verdadero reto del iniciado es autocontrolarse. De hecho, las decisiones que se toman en cuestiones psicológicas suelen determinar el futuro de los pequeños inversores. La razón es obvia: cuando entras en la jungla, vas a vivir momentos duros para los que hay que prepararse mentalmente. Cuando te sumerges en el mercado, no importa cuál, hay que ir con una lección aprendida: vas a perder dinero, y mucho. Si no estás mentalizado para eso, dedícate a otra cosa.

Forex no está hecho para ganar dinero fácil. Es más, para obtener beneficios tradeando con divisas, hay que atravesar un tortuoso camino de pérdidas y ganancias que pueden minar en pocos meses el ánimo de cualquiera. Suena igualito a lo que ocurre en los casinos, entonces ¿por qué seguimos empeñados en poner una línea divisoria entre las casas de apuestas y Forex? Seguramente, porque, una vez superada la fase de trabajo psicológico, la suerte es un elemento despreciable en la ecuación.

Forex y el cálculo de probabilidades

En realidad, más que la suerte, es el riesgo asumible la variable que define las apuestas y las inversiones. En ambos casos, y simplificando mucho el asunto, existe una probabilidad de perder y otra de ganar. Solo hay que tomar como ejemplo una operación en corto con CFDs: el precio puede bajar (beneficios) o subir (pérdidas). La diferencia es que las decisiones se toman en base a un análisis profundo del mercado, el desarrollo de una estrategia y ciertos cálculos probabilísticos.

Esto no quiere decir que, a grandes rasgos, no se pueda operar con CFDs siguiendo la misma filosofía que ponen en práctica las casas de apuestas. Hacer trading con la mentalidad de un casino supone adoptar una de las premisas fundamentales del trading: minimizar pérdidas y maximizar beneficios, aumentando la probabilidad de éxito por encima del 50%. Los casinos lo consiguen ‘adaptando’ sus juegos; los traders experimentados, eligiendo zonas estratégicas en líneas de tendencia, resistencia y soporte.

Encontrar estos puntos no es sencillo. Requiere un estudio del mercado y una búsqueda exhaustiva de patrones; pero, además, implica no dejarse llevar por las emociones, aguantando pérdidas astronómicas y cortando las ganancias antes de tiempo por culpa de la ansiedad. En fin, puede que tradear en el mercado de divisas no sea lo mismo que jugar a la ruleta; pero, como dice el señor Khoo, se puede (y se debe) hacer trading pensando como un casino.

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