Nos pasamos casi toda la vida ahorrando para tener un capital extra ‘por si acaso’ pasa algo. En caso de tener ese dinero y no necesitarlo durante un periodo determinado de tiempo, conviene pensar qué queremos hacer, ya que quedarse parado es una mala opción. ¿Por qué? Por la inflación, que hará perder el poder adquisitivo de los ahorros, es decir, valdrán menos dentro de unos años.
Entonces, deberemos considerar dos opciones: en primer lugar, el capital no debe perder valor, lo que significa que dentro de unos cuantos años (10-15 aproximadamente) deberemos tener lo mismo que ahora (teniendo en cuenta la inflación). En segundo lugar, se puede intentar sacar rentabilidad al capital, es decir, no solo hay que mantener la misma cantidad de dinero, sino intentar aumentarla. Para conseguir estos objetivos es mejor optar por no tener el dinero en una cuenta corriente en el banco, sino empezar a invertir.
Siempre se presentan muchas dudas, preguntas e interrogantes antes de proceder a hacer una inversión grande, ya que nos preocupa que pueda salir mal, sobre todo mirando el mercado a corto plazo. Sin embargo, éste suele ser muy impredecible y no podemos dejarnos influenciar por una mala semana o un mal mes del mismo, ya que lo mejor es mirar a largo plazo. Lo mejor es invertir en algo que no vayamos a necesitar durante nuestro dÃa a dÃa, sino en algo para disfrutar en un futuro más lejano. Por ello mismo al capital destinado a la inversión se le llama extra, porque no se necesita para gastos diarios como el pago de facturas. Además, un gestor suele contar con disponer de un periodo de tiempo más largo con el cual poder sacar rentabilidad al dinero invertido. En caso contrario, éste podrÃa no conseguir lo que se planteaba en un primer momento.
Antes de proceder a realizar una inversión, debemos saber que contamos con dos tipos de modelos de inversiones, según sus intereses: simple y compuesto. En el primero se da rendimiento constante a la inversión inicial, mientras que en el segundo los intereses se calculan sobre los ya acumulados año tras año, lo que significará que se aumentará más el dinero a medida que vaya pasando el tiempo.
Lo mejor es invertir cuanto antes y a largo plazo para que nuestro dinero empiece a crecer pronto. En caso de tener miedo, se puede empezar por cantidades pequeñas e ir aumentando éstas a medida que se vaya ganando algo de confianza.
Algunos bancos permiten descubrir cuál es el perfil inversor de cada uno para poder ofrecer productos adecuados a ese perfil A partir de una cantidad pequeña (500 euros en ciertas entidades) y teniendo en cuenta el perfil del cliente, facilitan las estrategias de inversión más adecuadas. Después, al menos una vez al mes los expertos analizarán el mercado y, en caso que sea conveniente, ajustarán la cartera de forma automática (inversión automatizada) para poder tener la máxima rentabilidad.
Es verdad que las abuelas siempre tienen razón, pero tener el dinero debajo del colchón no hará que éste crezca ni aportará rentabilidad, al contario, esto supondrá una pérdida de poder adquisitivo. Invertir es la mejor opción.